Hace un tiempo, cuando pensábamos en este hermoso proyecto, nos encontramos con una casa en Canyamelar, el lugar perfecto para que la Llimera empezase con mucha ilusión y el cariño de toda la gente que confió en nosotros desde el primer momento. El barrio nos encantó, quizás porque es uno de los más cool de toda Valencia. Las casas son espectaculares y ahí estaba, la futura Llimera esperándonos.
El entorno de la Llimera, un antiguo barrio de pescadores
El barrio de Canyamelar fue un antiguo barrio de pescadores antaño. Quizás esto es lo que lo convierte en uno de los puntos más atractivos de Valencia, a donde se acercan turistas todos los años buscando un lugar tranquilo en el que disfrutar del agradable clima. ¿Sabes que en el año 1993 las viviendas de Canyamelar fueron declaradas Bien de Interés Cultural? Estaba claro que La Llimera debía nacer en este lugar.
Los azulejos en las fachadas, las viviendas repletas de colores, los entornos verdes, sus calles donde hay múltiples tiendas de recuerdos. Canyamelar es un barrio mágico que no se puede olvidar fácilmente una vez lo visitas. Es por esto por lo que cuando encontramos una antigua casa aquí, la transformamos en un espacio gastronómico con un jardín interior. Nos enamoramos de inmediato. La Llimera ya tenía un lugar para empezar.
El limonero es la esencia de la Llimera
En la Llimera hay un limonero que es el protagonista de Limón y Merengue. Con él las ideas empezaron a brotar una tras otra, sin parar. El limón representa todo el trabajo artesanal que hacemos, en el que tenemos un especial respeto por la calidad de la materia prima y donde cada plato tiene una historia detrás. Cuidamos cada ingrediente que nos brinda la naturaleza y hacemos postres y dulces exquisitos.
La Llimera es un rincón de lectura, de descanso, de degustación de los pequeños placeres. Un lugar en el que disfrutar con las personas más especiales de tardes de charlas en la terraza de la Llimera, donde el limonero siempre está a la vista. El sol, la suave brisa, los refrescos y los platos dulces o salados son algunas propuestas. La Llimera es un lugar de encuentro donde la calidad se respira en cada rincón.
Buenas charlas y una exquisita oferta gastronómica
Nuestros aperitivos más exitosos, a pesar de su simplicidad, son el cheesecake al horno con helado artesano y nuestro individual de Biencanve. Acompañados de un delicioso vino o refresco, con un buen libro al que poder echar mano, la Llimera se convierte en un lugar para desconectar, tomar un tentempié y descansar mientras se disfruta de una agradable charla. Las tardes en el jardín con amigos son lo mejor.
Con la Llimera quisimos crear un espacio de encuentro, de múltiples posibilidades, con ricos aperitivos y una experiencia inolvidable. Quienes vienen a la Llimera suelen regresar si no son turistas o personas que están de paso y es que algunos de nuestros clientes se han vuelto ya unos habituales. Esto es lo que buscamos con la Llimera. Un espacio al que recurrir, tranquilo y en un entorno privilegiado.
El barrio de Canyamelar tiene un encanto que hemos querido potenciar con la Llimera y creemos que lo hemos conseguido. Cada año, muchas personas se acercan a este antiguo barrio de pescadores en el que hay historias en cada rincón que hemos querido trasladar a nuestros aperitivos. Porque detrás de cada creación hay algo que contar, un detalle, una anécdota, una historia para la posteridad.
Nuestros dulces artesanales te esperan en La Llimera, un lugar que deseamos que disfrutes ahora que las temperaturas son más agradables. El sol calienta la terraza donde las pérgolas te protegerán y en las estanterías encontrarás desde clásicos hasta libros actuales. ¿A qué esperas para conocernos y disfrutar del barrio de Canyamelar? Te esperan en él muchas sorpresas.