Uno de los postres preferidos que más éxito tiene es sin duda la tarta de queso. En muchos hogares cuentan con su receta propia y en la gran mayoría de los restaurantes la incluyen en su carta. También, puedes encontrar pastelerías que se especializan en este delicioso dulce y que tienen mucho éxito.
La tarta de queso gusta tanto por diversas razones. Su sabor, que no es excesivamente dulce combina a la perfección con la acidez de las mermeladas de los frutos del bosque. Suele gustar incluso a los que no son excesivamente golosos. Además, su textura suave es muy agradable. Es un postre que en algún momento dado todo el mundo ha preparado, por eso es muy reconocible.
Seguramente pienses que el origen de la tarta de queso se encuentra en Estados Unidos. Es cierto que el cheesecake es un postre que se considera como algo autóctono muy característico de su gastronomía. Pero lo cierto es que los orígenes se sitúan en el continente europeo mucho antes de lo que crees.
Existe evidencia histórica de que la tarta de queso existía ya en la Antigua Grecia. Algunos textos hacen referencia a este pastel en el año 776 a.C. Lo más curioso es que no era considerado un postre como tal, sino que era un elemento para proporcionar energía a los atletas antes de las pruebas olímpicas.
Esta receta evolucionó dando los primeros pasos para empezar a parecerse a la tarta de queso que conoces hoy en día. En el 230 d.C. en algunos textos ya aparecía como un dulce que se elaboraba con miel. Tenía tanto éxito que cuando los romanos conquistaron la civilización griega la trataban como un verdadero tesoro.
Evidentemente con la expansión del Imperio Romano este postre tuvo mucha difusión. En cada territorio elaboraban su propia versión de esta receta. Por eso se pueden encontrar muchas versiones de la tarta de queso (con mascarpone, queso feta, queso cottage, etc.)
La evolución de la tarta de queso hasta nuestros días
En el siglo XVIII con la colonización europea de Estados Unidos, la tarta de queso llegó a este país siendo el germen de su famosa cheesecake. Es uno de los postres más consumidos por los habitantes de ese país y cuya autoría en realidad se debe a un alemán, Arnold Reuben, que cruzó el atlántico para dedicarse a la hostelería. También existen distintas versiones para cada estado.
Una de las anécdotas atribuidas a la tarta de queso más conocida es la incorporación a su receta del queso cremoso. Se supone que realmente fue un accidente. Un fabricante de quesos quería elaborar una tarta con una variedad de queso francesa, pero por error creo una versión más cremosa (muy conocida en la actualidad). Este curioso hecho histórico sucede en 1872.
Es así como se llega a la actual versión que conoces de la tarta de queso. Como puedes comprobar se trata de un postre milenario que tiene una gran historia. Su sabor ha conquistado a gente de diferentes países y épocas. Sin duda es una receta que perdurará en el tiempo y que tiene muchos adeptos incondicionales.
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